Dias 16, 17 y 18 Arequipa y Fin

Llegamos a Arequipa ya de tarde, con el sol poniéndose y el fresquito incipiente. Es una ciudad preciosa. El clima de invierno es muy suave, con dias calurosos y noches que refrescan pero sin llegar a necesitar mas de un jerselito o chaqueta.

Nosotros estamos en el centro histórico. Para los ultimos días del viaje no queríamos estar moviendonos tanto como los días anteriores. Queríamos dormir hasta mas tarde de las 6 o 7 de la mañana, desayunar tranquilos y volver remolones a echarnos la siesta mañanera del cordero. Lo logramos a la primera. El dia 16 de viaje amaneció para nosotros a las 8 de la mañana, casi en el limite de horario del desayuno del hotel. Aunque pinchamos claramente con la elección de “La mansion del Sol”. 

Las fotos y localización nos engañaron completamente, y la ausencia de agua caliente para ducharnos el primer día, junto con un deasyuno lamentable y el olor a cloaca del baño de la segunda habitación en la que nos pusieron no iban a poder amargarnos el fin de viaje.

Salimos a dar una vuelta. La plaza de Armas con sus soportales y arcos nos recordaban a la plaza mayor de Madrid, aunque nosotros no tenemos unas vistas de volcanes nevados al fondo. Visitamos la catedral, con entrada descuento a precio de estudiante, y eso que ni siquiera lo pedimos. 

Nos debió ver jovencitos. Nos unimos a un tour con una guía que nos llevó por los museos de la catedral y sobre todo, lo mas espectacular, la subida al tejado de la catedral, con estupendas vistas a la plaza de Armas y a los volcanes que rodean la ciudad de Arequipa.

Al día siguiente teníamos previsto visitar a la familia de Myriam que vive en Arequipa. Quedamos, como no, en la feria gastronomica junto al palacio municipal de congresos. Un batallón de gente se afanaba en buscar hueco entre las innumerables mesas, que se encontraban cubiertas en una carpa, flanqueadas por un escenario en uno de los lados, con musica en directo, y por el resto de lados por stands de comida en los que servían Chancho al pincho, caja China, Arroz con pato, Pastel de papa, rocoto relleno, e infinidad de otros manjares de la cocina peruana, regados por cerveza arequipeña y cusqueña a discreccion.

Conversación amena, risas, charlas y antes de darnos cuenta, la noche y otro día mas en arequipa, con la promesa de continuar al día siguiente, pero ya en casa de la familia.

Amanecimos el tercer día arequipeño, otra vez casi al alba. No somos capaces de permanecer mas alla de las 7 de la mañana, asi que aprovechamos para ir de visita al convento de Santa Catalina. Aunque más que convento parece una ciudad dentro de otra. Las salas comunes de oracion, comedores y demas estancias, rodean las “celdas” en las que vivían antiguamente las novicias. Las nuevas se encuentran tambien alli, pero en otro pabellón, y al ser de clausura, obviamente no te dejan entrar a verlas. 

Las antiguas sorprenden por su lujo (para la epoca) y amplitud. Parecen más apartamentos o minicasas que celdas de recogimiento. Segun oimos a una de las guias, las novicias solían ser de familias pudientes. Muchas de ellas llevaban su propio personal de servicio, sus propios muebles ingleses, porcelana austriaca... en fin. Todas las celdas con cocina independiente, baño con WC, y lavadora. Grandes lujos para el siglo XVIII.

Despues de la mañana de paseo y turismo nos fuimos a comer a casa un exquisito Chupe de Camarones a casa de nuestra family. Al mas puro estilo español, la comida terminó a eso de las 8 de la tarde, cuando ya entrada la noche, empezamos a ver que teníamos que hacer la maleta para volver a España y estabamos tan agusto que nos hubieramos quedado una semana mas al menos.

Ha sido un viaje excelente. Un descubrimiento en terminos gastronomicos y un placer para la vista cada uno de los bellos paisajes que hay en cualquier rincon del Perú. Personalmente ha supuesto cumplir con varios sueños, visitando las lineas de Nazca, Machu Pichu, Tiwanacu, Puma Punku o el candelabro de Paracas.

Volveremos. Seguro. Sólo falta poner de nuevo una fecha.

Hasta el siguiente viaje. 

Dia 15 Cruz del Condor y Cañón del Colca

6 de la mañana. De nuevo en pie. Creo que no ha habido ningún día de estas vacaciones que nos levantaramos después de las 6 de la mañana. Pero siempre ha merecido la pena. Así que en pie para coger el Bus colectivo que salía a las 7 rumbo a Cabanaconde. Nosotros nos pararíamos en la estación anterior, justo en la cima donde el mirador de la cruz del Condor reune a cientos de turistas cada día. Con un poco de suerte sortearíamos el control del pueblo de pinchollo donde todas las furgonetas y buses turísticos son detenidos y los inspectores de la gestapo turística suben a comprobar que todos los turistas hayan pagado el impuesto revolucionario de 70 soles cada uno por entrar al valle a ver su naturaleza. Impuesto que se queda en un alto porcentaje en los bolsillos de los que lo gestionan, sin llegar a fructificar en las infraestructuras que el pueblo necesita. 

Nosotros esperábamos que al ir en un bus local que transporta a gente de un pueblo a otro, el control del Pinchollo lo saltáramos. Y así fue. Por algo mas de un euro, unos 5 soles, nos encontrábamos a punto de llegar al mirador en un bus local. Pero era pronto para cantar victoria. Nada mas poner un pie fuera del colectivo, un par de patrulleras de la gestapo nos acosaron a gritos exigiendonos ver los papeles casi con violencia y todo. 

Y aquí tengo que decir que saqué mis dotes magistrales de prestidigitación y engaño y conseguí llevarme a un lado a la que consideré mas susceptible de caer en las redes de mis encantos. Empecé a buscar en mi mochila una ficticia carpeta donde guardo todos los documentos, y fingí que había comprado el ticket el día anterior al llegar a Chivay pero que lo había dejado sin querer abajo con la otra mochila grande en la consigna de la estación de autobús. Se que puede parecer un truco rastrero y no estoy aconsejando a nadie que lea este blog a utilizarlo. Simplemente cuento lo que yo hice porque no me da la gana pagar un impuesto revolucionario a un organismo corrupto por un concepto que no considero apropiado. Ya pago a gobiernos corruptos impuestos revolucionarios en mi propio país. Yo, como turista, traigo divisa al país que visito, y duermo en los hoteles que considero y como en los restaurantes que quiero y gasto mi dinero en los comercios y artesanos que yo decido. 

Ya estoy aportando dinero al país de forma indirecta con mi consumo y directa a través de las familias en las que gasto mi dinero. Y creo que es la forma mas justa de asignación de la entrada de dinero procedente del turismo. Así que en este caso decidí eludir el pago de esta cuota, y así lo cuento. Punto.

Una vez conseguido el objetivo, llegamos a los miradores. Son 3 en diferentes escalas, llenos de turistas cámara en mano haciendo fotos indiscriminadamente a esta variedad de carroñeros llamados Cóndores, o Condors como los llama Myriam. Desde las 7 de la mañana parece ser que se congregan en ese punto hasta las 10:30 mas o menos que se van yendo, aunque si estas un tiempo allí aunque sea fuera de horas, siempre acabas viendo uno. Al parecer vuelven todos sobre las 3 y hasta las 5, y supongo que otro grupo de turistas llegara en otras decenas de furgonetas y buses. Los otros buitres, los de la gestapo del Colca, se van a comer a las 11:30 y por tanto es el momento ideal para ingresar con un vehículo privado sin ser acosado para el pago del ticket. 

La vista del cañón, independientemente de los pajaros, es espectacular. El cañon tiene 3000 metros de desnivel desde el punto mas alto hasta el rio, aunque desde el mirador únicamente hay 1000 metros de caída, suficientes para contemplar los planeos de estos carroñeros de casi 3 metros de embergadura con las alas abiertas. Un espectáculo digno de contemplación. 

La bajada fue menos emocionante que la venida. Hicimos autostop y una furgoneta nos recogió, pidiendonos 5 soles a cada uno por el servicio. Al parecer debe ser bastante común que la gente te recoja en sus transportes y te pida una colaboración, si tiene plazas y va en tu dirección, por que no? Es el blablacar inca. 

Al llegar a la estación tomamos uno de los cientos de buses que van a Arequipa cada 15 minutos aproximadamente, y 4 horas después ya estábamos disfrutando de esta magnifica ciudad de la que os hablare en mi próximo post. 

Hasta mañana. 

Dia 14 Puno-Chivay

Hoy no pensaba hacer post del viaje. Primeramente porque el día iba a ser un traslado de Puno a Chivay, que son 4 o 5 horas de Bus y al llegar a Chivay buscar la forma de organizar la excursión por el colca para ver el mirador del Condor y reservar el bus para al día siguiente a Arequipa. 

Que sorpresa nos iba a deparar el día. 

Primeramente, lo que creíamos que iba a ser un simple traslado en bus se convirtió de repente en una excursión de un solo sentido por uno de los parajes mas bellos que hemos contemplado. Esta ruta va entre montañas, pasando un lago que se llama lagunillas, por caminos de tierra y carreteras de tercera, sorteando volcanes y descendiendo hasta el interior de uno de sus cráteres, justo inmediatamente para ascender hasta los 4910 metros sobre el nivel del mar en el mirador de los andes, donde se pueden ver hasta 8 volcanes en un radio de 360 grados. 

Atravesamos desiertos, montañas rocosas, carreteras que no tienen nada que envidiar a las ruta 66 o las infinitas vías americanas que van por Death Valley o Arizona. Solo que estas son mucho mas desconocidas y solitarias. Cruzamos la reserva natural de Salinas y aguada blanca, mientras el guia se afanaba en explicarnos las diferencias entre las llamas, las alpacas y las vicuñas, así como diferentes plantas según las alturas. Mientras nosotros durante las paradas en el camino nos acercábamos a los rebaños de alpacas para hacerles fotos y comprobabamos las explicaciones de las plantas de la zona. Muy instructivo. 

La llegada a Chivay y la búsqueda de excursiones fue un poco mas rollo. Primero porque se han inventado una tasa de 70 soles para los turistas que llegan al valle del colca y que si o si tienes que pagar para poder ir a cualquier sitio. Nosotros eludimos el pago al llegar a chivay, pero hay un batallon de guardas con chalecos rojos tipo Gestapo que te persiguen en los lugares turísticos, miradores y demás entradas al campo para comprobar si tienes ticket o no. Lamentable. 

Y lo peor es que según comentamos con una chica que trabajaba en una agencia de touroperadora, el dinero recaudado parece que no va a donde tiene que ir, y que la corrupción no es exclusiva del gobierno de España, sino que aquí en Perú esta incluso mas extendida. Y es muy triste, porque por lo que vemos la gente aquí es muy trabajadora y el país tiene enorme riqueza y potencial, pero necesita limpiar de corrupción sus entrañas y alfabetizar al pueblo para que sepa lo que mejor le conviene. 

En este caso, con la tasa turística, les han timado a los lugareños. Hay menos turistas que otros años y los que hay intentan eludir el pago de esta tasa abusiva. Nosotros no quisimos reservar ningún tour y decidimos ir al día siguiente en el bus de linea que va al pueblo de al lado Cabanaconde y que sale a las 7 de la mañana. La idea es que antes de llegar al pueblo, pedirle al conductor que nos pare en el mirador y que nos recoja a la vuelta. A ver que tal nos sale y si logramos eludir a la Gestapo del Colca. 

Por la noche oímos rumores de que había una fiesta en el pueblo de al lado. Coparaque. Así que fuimos preguntando hasta que encontramos unas minifurgonetas que llevaban hasta allí por escasos 30 céntimos de euro por persona. Cuando llegamos a la entrada del pueblo, ya de noche, las luces de la furgoneta iluminaron una procesión de aldeanos vestidos de gala con trajes blancos y brillantes, bailando un ritmo extraño, parecido a un trance, dados de la mano, avanzando hacia nosotros. En un primer momento la sensación es de miedo. 

Parecen las danzas budú o bailes rituales, pero pronto te das cuenta de que simplemente es el baile típico de zona, donde todo el pueblo se junta para ir bailando desde la plaza del pueblo hasta las afueras en el campo. Ya en la plaza echamos unas charlas con unas señoras y un caballero, vestidos de gala, compartiendo experiencias e impresiones de ambos países. Muy curioso, instructivo y divertido. 

 A ver que tal mañana. 

Día 13 Tihuanaco y Puma punku

7:30 de la mañana. Embarcamos en un colectivo (autobús publico) rumbo a desaguadero, ultimo pueblo de Perú y primero de Bolivia, ambas mitades del pueblo separadas por un río. 

Es el ultimo sitio en el que quisieras encontrarte con un retortijón ineludible. Lo digo por propia experiencia. 

Días antes preguntamos en las oficinas de turismo el precio de una excursión para visitar las ruinas de pumapunku en Bolivia. Los precios no bajaban de los 150 soles del transporte privado hasta la frontera y un guia que te recoge allí y te lleva hasta el pueblo que esta a unos 40 kilómetros de la frontera. Nos vimos con fuerzas y ganas para intentarlo por nuestra cuenta, y tampoco queríamos pagar esas cantidades de dinero.

El bus en si es una furgoneta en la que si que es verdad que van vendedoras ambulantes con sus paquetes de mercancías, o trabajadores del pescado con cubos de olor delator. No había pollos en jaulas ni alpacas en brazos ni ninguna otra cosa que me pudiera haber imaginado. Cuando llegamos a la frontera tuvimos que hacer cola para sellar la salida del Perú y otra mucho mas larga para la entrada en bolivia. Sólo para darnos cuenta a pocos minutos que la gente circula por el puente como Pedro por su casa, y que podríamos haber pasado a Bolivia sin necesidad de haber hecho el control de aduanas en ninguno de los dos países. Pero ojo, yo no estoy recomendando que si alguien quiere visitar puma punku desde Perú, se ahorre dos horas de cola y entre y salga sin pasar por la aduana. Jamas se me ocurriría. 

Una vez allí, la pobreza de Bolivia salta a los ojos, incluso respecto a la del sur de Perú. Tomamos otro colectivo que iba a la Paz y nos dejo en la carretera en el cruce del pueblo de Tihuanaco. 20 minutos de caminata nos dejaron en la entrada del recinto arqueológico de Tihuanaco. 

Un inciso, para quien no sepa qué es Tihuanaco:

https://es.wikipedia.org/wiki/Tiahuanaco

Estuvimos casi 4 horas de visita. Empezamos por la puerta del Sol, el monolito Ponce, el patio de las cabezas, todos los sitios clásicos de tihuanacu, hasta incluso visitando los museos interiores de cerámicas y lítico. Mas de una vez me tuvieron que echar la bronca por hacer fotos, pero es que sinceramente, no entiendo que no se puedan hacer fotos a unas piedras, sin flash ni nada, y sobretodo habiendo pagado 80 Bolivianos cada uno por entrar, lo que puede ser el sueldo medio de una semana en ese país. Yo estaba disfrutando como un enano y nadie me iba a estropear el día. jejejejeje. 

El monolito mas espectacular lo tienen custodiado en una sala. 7 metros de altura magestuosa y símbolos extraños rodeándole. También le rodean 5 o 6 señoras que te persiguen para evitar que lo fotografíes y se dañe.
Eso sí, en los años 50 lo tuvieron al aire libre, durante unas revueltas lo usaron para disparo de puntería y en los 80 lo barnizaron “para protegerlo” con un barniz que esta causándole mas daños a la larga de lo que le protegió mientras duro su efecto. En fin, la sensacion es de que en este país las cosas se hacen muy mal y con mucho desconocimiento.

Por no hablar de las piedras de Puma punku. Un cordón azul separa al visitante de las famosas piedras, pero solo de algunas. El resto se encuentran apiladas junto al camino, sin ningún tipo de conocimiento o cataliogación al alcance de cualquiera. Yo llegue a encontrarme una en medio de un camino por donde pasábamos todos, con una de las hendiduras de las importantes. Cualquiera podría echársela a la mochila y llevársela. Estoy seguro que incluso alguna de las grandes, si tienes pocos escrúpulos y decides aceptar uno de los sobornos que los mismos guardas te ofrecen. Tengo dudas de cuantas piedras habrán desaparecido de este modo.

Pero tengo que decir que ha sido uno de los momentos mas mágicos que he vivido. Tantos años viendo estas piedras en documentales de youtube y por fin podía tenerlas frente a mi, incluso tocarlas. Revisar aquellas que presentan ángulos perfectos, taladros, o incluso pruebas de haber sido cortadas con algún tipo de rotaflex.

Todo esto según datan los historiadores en el año 600, aunque si hacemos caso a los escritos de los conquistadores que en el año 1520 decían que los propios incas les dijeron que aquella ciudad de piedra ya estaba allí mucho tiempo antes de que sus antepasados llegaran, pues vete tu a saber de cuando son. (vease en la foto adjunta el tratamiento en negativo para apreciar mejor los dibujos y escrituras extraños labrados en la piedra)

Tampoco parece que haya mucho interés en descubrir de que época son, o datarlas con los nuevos métodos de dotación por exposición a los rayos solares. Mas bien parece que la intención es asociarlas con las ruinas de tihuanaco, en las que están reconstruyendo una pirámide inca, si bien ambas no tienen excesivas cosas en común. 

También eché en falta una pieza encontrada en el lugar y que hasta el 2014 estuvo expuesta aquí. Se trata de una fuente redonda en forma de plato con inscripciones de escritura cuneiforme similar a la de los sumerios, así como otra escritura desconocida hasta la fecha. (Segun me han dicho ahora esta en el museo de La Paz, pero habría que comprobarlo). Si que estaba uno de los dos cráneos elongados, el otro desapareció del museo.

Otras piedras importantes que pude localizar son la de los taladros milimetricos, alguna con dibujos de espirales y serpientes, una cabeza de un alienigena en la sala subterránea de las cabezas, tallas en la roca similares a las pinturas  rupestres de tasili (ver foto en negativo)... en fin, siento aburriros con este post tan largo, pero tihuanaco y mas concretamente puma punku son uno de los misterios mas grandes de la humanidad aun por descubrir, ni tan siquiera aun por empezar a investigar. 

La vuelta fue un poco mas compleja que la ida. Gracias a la amabilidad del pueblo Boliviano, (que gentes mas amables) pudimos volver. Primero haciendo autostop desde las ruinas, donde una simpática pareja nos acercó al cruce de la autopista subidos en la parte de atrás de su pick-up.

Y después un ancianito nos recogió en su furgoneta cargada de sacos de Sal y botellas de Pepsi (?????)  Y nos acerco a la frontera, donde tras otros tantos papeleos pudimos por fin subir a otro colectivo y llegara a Puno de vuelta, bien entrada la noche y bajo cero de temperatura.




Gracias por vuestra paciencia leyendo este post, pero es uno de los sitios a los que quería ir desde hacia muchos años y por fin he cumplido este sueño. 

Ver piedras? Si. Ver piedras. 

Dia 11 y 12 Lago Titi-Caca (Parte 3 Taquile)

La verdad es que el listón estaba muy alto como para que esta tercera parte fuera mejor que las anteriores. Y aunque es cierto que existia cierto atractivo en entrar en una isla que aun se rige por la ley inca, pronto vimos que si bien la forma de organizacion interna puede ser similar o incluso identica a la de los incas, la forma de gestion comercial es la de que vienen los turistas y les vendemos cosas. 

Nosotros compramos unas pulseras y poco mas, porque al parecer alli han sido certificados por la Unesco como uno de los sitios en los que la artesania del telar es patrimonio de la humanidad y entonces sus creaciones no son regateables y mas bien caras.

Despues de subir toda la isla y comer en un restaurante en lo alto, tocó bajar los 800 peldaños que nos llevarian de vuelta al puerto a coger el barco durante 3 soporíferas horas más. 

Nada destacable de esta isla, que no fueran los vestidos de gala de los lugareños y las fabulosas vistas del lago. Bueno, la verdad es que esto, en si, es algo destacable. 

Al llegar a Puno el cansancio hizo mella en nosotros y tuvimos que rendirnos a una estratosferica siesta. Eso sí, por la noche visitamos un local de anticuchos que ya teniamos echado el ojillo. Quizas no es el mejor menu para una cena, por lo pesado que pueda resultar, pero alli estabamos nosotros dispuestos a probar antes de irnos de puno, a qué sabe un pincho de carne a la brasa de corazón o unos filetes de ubre. Y lo cierto es que estan exquisitos. Esta gente del Peru sabe lo que es comer bien. Vive Dios. 

Mañana viajamos a Bolivia. Rumbo a Tihuanaco. No os lo perdais.  

Dia 11 y 12 Lago Titi-Caca (Parte 2 Amantani)

Es la isla mas alta del planeta (segun nos dijo el guia, aunque yo estoy seguro de que en hawaii alguno de los volcanes es mas alto, y casi seguro que hay otras). Considerando que el nivel del agua ya está a casi 4.000 metros, este apelativo casi pierde un poco de valor, aunque si es cierto pues será, si bien tenerife, partiendo de nivel del mar y subiendo hasta 3800mts es mucho mas espectacular. En fin , dejando calificativos aparte, despues de dos horas y media de barco por el titi-caca llegamos a amantani. Y no es que tardaramos tanto porque el lago es gigante (que lo es), sino porque la lancha iba tan despacio que si no fuera porque las aguas estaban congeladas nod hubiera dado tiempo a saltar del barco, darnos un chapuzon y volver a nado hasta el. 

El lago aparte de unos pequeños pececitos oriundos y las bien conocidas truchas que trajeron en algun momento los canadienses y otros pescados argentinos, en general no tiene ningun otro depredador ni especie peligrosa, por lo que es perfectamente seguro. Nosotros llegamos a la isla y nos repartieron por familias, que serían los encargados de acogernos durante ese dia y su noche. 

Nuestro anfitrión El Señor Victor, como se llaman ellos aquí, nos indico el camino hacia su casa y ni corto ni perezoso echó a andar isla arriba. Debía tener unos 70 años aunque bien aparentaba alguno mas. Con pocos dientes pero buenas piernas enseguida nos dejo atras con la lengua fuera. Las empinadas cuestas de Amantaní hacen ascender un desnivel de 300 metros de altitud en escasos 100 metros de subida, y la ausencia de oxigeno en estas alturas nos dejó con las respiración agitada y la lengua fuera mientras aquel afable aldeano de 70 años nos miraba desde arriba con una sonrisa que dejaba ver su unico diente. 

En el poco español que hablaba nos dijo que nos lo tomaramos con calma y nos invitó a inhalar una hierba que habia por el camino que se llama Muña y que al parecer abre los albeolos pulmonares permitiendo una mejor respiracion. Alla ibamos nosotros y mirando abajo el resto de turistas pasaban las mismas penalidades. Quiso la mala fortuna que nuestro anfitrion viviera casi en el punto mas alto del pueblo, pero mas mal que bien logramos llegar a casa. 

Una casa de ladrillos de adobe, como la que podía haber en un pueblo de la castilla profunda de los años 70, sin agua corriente en la casa, con cocina de leña, y una bombilla por habitación que venía alimentada por los novedosos y sofisticados paneles solares que el gobierno de Perú proporciona a los habitantes en necesidad y que contrariamente a lo que hace el gobierno de España, permite a las personas sin recursos acceder a la electricidad de forma gratuita. No voy a entrar en este punto porque sino me enciendo mas que la bombilla. 

El baño de la casa, una caseta con un water, fuera junto al corral. Un grifo de agua en el sembrado frente a la casa, y unos cubos para llenar de agua y poder tirar de la cadena, o lavarte los dientes y la cara. 

 Nuestra habitación, subiendo las escaleras, sobre el establo del burro y el cobertizo para guardar los aperos de labranza, ciertamente era acogedora. Camas recias y pesadas mantas de esas que no permiten pasar el frio pero que tampoco te dejan moverte por el peso, que parece que tienes una persona encima. Al menos frio no pasamos. Y eso que frio hizo mucho. 

Nda mas llegar nos tenian preparada la comida. La abuela estaba en el suelo de la entrada pelando habas para la cena y la mujer de Victor, Angelica, nos preparaba la sopa de verduras con Quinua, un excelente y sanisimo cereal que hemos descubierto aqui, y de segundo un trocito de trucha con arroz. Ciertamente una excelente comida para lo que podiamos pensar al ver la casa. 

No es que pudieramos hablar mucho con ellos, ya que sobre todo Angelica, no hablaba ni palabra de español. Ellos son Quechuas y entienden un poco el español pero no lo hablan. Victor chapurreaba algunas palabras. Las suficientes para hacernos entender. Despues de un paseo por el pueblo y la vista del atardecer, volvimos a casa para cenar y comentar algunas cosas de nuestras vidas respectivas. 5 hijos desperdigados por Peru, trabajando duro para salir adelante. Uno de ellos lesionado en una mano con una maquina de curtir cuero, otra en arequipa vendiendo artesania.... y mientras él preguntandonos por el mundo. 

Yo me sentia como aquel del anuncio del Land Rover que decia que donde llegue tu land rover hace mucho que nadie a llegado, y salia el tipo comiendo un plato de guiso y el abuelito preguntandole por el madrid campeon de europa (que paradojas que luego ganara otras dos contra el atleti), y diciendo que Franco que opina de esto?

Pues ahi estaba yo, explicandole cómo habia un tunel por debajo del mar que permitia a un tren cruzar de Francia a inglaterra. Y el preguntaba, pero....seco como esta habitacion?

Despues nos pregunto por el viaje y nos pidio ver las fotos del machu pichu. Decia que no habia podido verlo aun y que era lo que mas le gustaría visitar. Asi que saque el portatil, el llamó a su mujer, y entre ooohhhs y explicaciones traducidas al quechua estuvimos repasando las fotos de nuestro viaje, como se las hubieramos enseñado a nuestros abuelitos. 

Entrañable recuerdo que me acompañara mientras el alzeimer no me castigue. 

Cayó la noche y con ella uno de los espectáculos mas bellos que jamas he contemplado. Un cielo estrellado de visibilidad perfecta. Digna del mejor de los observatorios de hawaii. Cielo lleno de estrellas totalmente desconocidas para nosotros, habitantes mortales del hemisferio norte y no acostumbrados a esta configuracion estelar. No tengo palabras mas que de agradecimiento a Isa por recomendarnos esta experiencia. 

La mañana llego y con ella la hora de partir. No se cuantos abrazos nos dimos, intercambio de telefono de su hija para que fueramos a verla en Arequipa y dos fotos de familia para el recuerdo. Alli estabamos de vuelta en el barco rumbo a la siguiente isla pero llenos de recuerdos y experiencias.