Es la isla mas alta del planeta (segun nos dijo el guia, aunque yo estoy seguro de que en hawaii alguno de los volcanes es mas alto, y casi seguro que hay otras). Considerando que el nivel del agua ya está a casi 4.000 metros, este apelativo casi pierde un poco de valor, aunque si es cierto pues será, si bien tenerife, partiendo de nivel del mar y subiendo hasta 3800mts es mucho mas espectacular. En fin , dejando calificativos aparte, despues de dos horas y media de barco por el titi-caca llegamos a amantani. Y no es que tardaramos tanto porque el lago es gigante (que lo es), sino porque la lancha iba tan despacio que si no fuera porque las aguas estaban congeladas nod hubiera dado tiempo a saltar del barco, darnos un chapuzon y volver a nado hasta el.
El lago aparte de unos pequeños pececitos oriundos y las bien conocidas truchas que trajeron en algun momento los canadienses y otros pescados argentinos, en general no tiene ningun otro depredador ni especie peligrosa, por lo que es perfectamente seguro. Nosotros llegamos a la isla y nos repartieron por familias, que serían los encargados de acogernos durante ese dia y su noche.
Nuestro anfitrión El Señor Victor, como se llaman ellos aquí, nos indico el camino hacia su casa y ni corto ni perezoso echó a andar isla arriba. Debía tener unos 70 años aunque bien aparentaba alguno mas. Con pocos dientes pero buenas piernas enseguida nos dejo atras con la lengua fuera. Las empinadas cuestas de Amantaní hacen ascender un desnivel de 300 metros de altitud en escasos 100 metros de subida, y la ausencia de oxigeno en estas alturas nos dejó con las respiración agitada y la lengua fuera mientras aquel afable aldeano de 70 años nos miraba desde arriba con una sonrisa que dejaba ver su unico diente.
En el poco español que hablaba nos dijo que nos lo tomaramos con calma y nos invitó a inhalar una hierba que habia por el camino que se llama Muña y que al parecer abre los albeolos pulmonares permitiendo una mejor respiracion. Alla ibamos nosotros y mirando abajo el resto de turistas pasaban las mismas penalidades. Quiso la mala fortuna que nuestro anfitrion viviera casi en el punto mas alto del pueblo, pero mas mal que bien logramos llegar a casa.
Una casa de ladrillos de adobe, como la que podía haber en un pueblo de la castilla profunda de los años 70, sin agua corriente en la casa, con cocina de leña, y una bombilla por habitación que venía alimentada por los novedosos y sofisticados paneles solares que el gobierno de Perú proporciona a los habitantes en necesidad y que contrariamente a lo que hace el gobierno de España, permite a las personas sin recursos acceder a la electricidad de forma gratuita. No voy a entrar en este punto porque sino me enciendo mas que la bombilla.
El baño de la casa, una caseta con un water, fuera junto al corral. Un grifo de agua en el sembrado frente a la casa, y unos cubos para llenar de agua y poder tirar de la cadena, o lavarte los dientes y la cara.
Nuestra habitación, subiendo las escaleras, sobre el establo del burro y el cobertizo para guardar los aperos de labranza, ciertamente era acogedora. Camas recias y pesadas mantas de esas que no permiten pasar el frio pero que tampoco te dejan moverte por el peso, que parece que tienes una persona encima. Al menos frio no pasamos. Y eso que frio hizo mucho.
Nda mas llegar nos tenian preparada la comida. La abuela estaba en el suelo de la entrada pelando habas para la cena y la mujer de Victor, Angelica, nos preparaba la sopa de verduras con Quinua, un excelente y sanisimo cereal que hemos descubierto aqui, y de segundo un trocito de trucha con arroz. Ciertamente una excelente comida para lo que podiamos pensar al ver la casa.
No es que pudieramos hablar mucho con ellos, ya que sobre todo Angelica, no hablaba ni palabra de español. Ellos son Quechuas y entienden un poco el español pero no lo hablan. Victor chapurreaba algunas palabras. Las suficientes para hacernos entender. Despues de un paseo por el pueblo y la vista del atardecer, volvimos a casa para cenar y comentar algunas cosas de nuestras vidas respectivas. 5 hijos desperdigados por Peru, trabajando duro para salir adelante. Uno de ellos lesionado en una mano con una maquina de curtir cuero, otra en arequipa vendiendo artesania.... y mientras él preguntandonos por el mundo.
Yo me sentia como aquel del anuncio del Land Rover que decia que donde llegue tu land rover hace mucho que nadie a llegado, y salia el tipo comiendo un plato de guiso y el abuelito preguntandole por el madrid campeon de europa (que paradojas que luego ganara otras dos contra el atleti), y diciendo que Franco que opina de esto?
Pues ahi estaba yo, explicandole cómo habia un tunel por debajo del mar que permitia a un tren cruzar de Francia a inglaterra. Y el preguntaba, pero....seco como esta habitacion?
Despues nos pregunto por el viaje y nos pidio ver las fotos del machu pichu. Decia que no habia podido verlo aun y que era lo que mas le gustaría visitar. Asi que saque el portatil, el llamó a su mujer, y entre ooohhhs y explicaciones traducidas al quechua estuvimos repasando las fotos de nuestro viaje, como se las hubieramos enseñado a nuestros abuelitos.
Entrañable recuerdo que me acompañara mientras el alzeimer no me castigue.
Cayó la noche y con ella uno de los espectáculos mas bellos que jamas he contemplado. Un cielo estrellado de visibilidad perfecta. Digna del mejor de los observatorios de hawaii. Cielo lleno de estrellas totalmente desconocidas para nosotros, habitantes mortales del hemisferio norte y no acostumbrados a esta configuracion estelar. No tengo palabras mas que de agradecimiento a Isa por recomendarnos esta experiencia.
La mañana llego y con ella la hora de partir. No se cuantos abrazos nos dimos, intercambio de telefono de su hija para que fueramos a verla en Arequipa y dos fotos de familia para el recuerdo. Alli estabamos de vuelta en el barco rumbo a la siguiente isla pero llenos de recuerdos y experiencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario