jueves, 14 de julio de 2016

Dia 2 Lima - Paracas


No han pasado ni 24 horas en la capital y ya estamos rumbo de otra ciudad. Y no es que no nos haya gustado Lima, pero teníamos preparado un itinerario que no nos permitía tiempos de demora. Al menos en la primera parte del viaje. Temprano salimos del hotel hacia la estación de autobuses. Un rápido vistazo a la web de la empresa de buses nada mas levantarnos, había hecho saltar todas las alarmas. No quedaban billetes de bus hacia Paracas en el día de hoy. 



Lo cierto es que si que quedaba un billete suelto en el bus de las 13 horas y otro en el de las 13:30, pero ya que el viaje lo estamos haciendo juntos, es lógico viajar en los mismos buses no? Así que milagrosamente encontramos que habían decidido fletar otro bus a las 14:00. Uno que ni siquiera aparecía en los horarios de la web, y que probablemente había sido fletado para un grupo de 20 o 30 adolescentes franceses, pero que permitió que llegáramos a Paracas en tiempo y forma. 

Sacamos también los billetes del bus a Nazca y del bus a Cuzco. No sea que que nos quedemos tirados en alguna parte del recorrido y sin otras opciones. Así que a las 10:30 de la mañana ya teníamos todo hecho y nos dedicamos a pasear alrededor de la estación de autobuses. normalmente no suele ser una buena idea. Los alrededores de estaciones de bus o tren en la mayoría de ciudades del mundo, son sitios peligrosos o al menos poco recomendables. En este caso las calles y avenidas nos mostraron todo lo contrario. Gente amable, deliciosos puestos de comida callejera y hasta restaurantes y cafeterías con cierto aroma a lujo.  






Nos decantamos primeramente por los sencillos puestos callejeros, para descubrir que por 3 soles (no llega a un euro) puedes desayunar un minibocadillo de pollo con una deliciosa bebida caliente llamada quinua, a base del citado cereal, canela, piña, maca (una especie de harina suave), membrillo y no se cuantas cosas mas. 






Un poco mas allá los puestos callejeros vendían platos de ceviche en plena calle, por algo mas de 5 soles. Y a escasos metros, una galería de alimentación escondía modestos comedores con menús del día por 6 o 7 soles. Las cafeterías de mas enjundia no obstante, te vendían el café y un alfajor por 10 soles, que aun siendo todavía barato, la comparación con el resto de opciones salia perdiendo. Y a pesar de todo, estaban todos llenos. 



Y asi pasamos el tiempo, paseando entre tanta opción hasta que llego la hora de meternos en el bus 4 horas hasta llegar a Paracas. La autopista panamericana, es digna de su mítico nombre. pasea serpenteante, separando las arenas entre el desierto y las interminables playas que dan a un mar salvaje y bello. Pequeños poblados con casas a medio hacer y calles de tierra salpican el recorrido. y sobre las 5 y media, con una puesta de sol espectacular, de rojos y naranjas se despedía el sol a nuestra llegada a Paracas. 

Según nos contaba Valentín (el encargado de nuestros hostel "Atenas", totalmente recomendable en relación calidad, precio y trato humano), esas puestas de sol las tienen a diario todo el año y es uno de los mayores atractivos de la zona. El resto es Magia. 

Los pormenores turísticos los dejamos para mañana, ya que de noche lo único que se presta es tomar unos tragos de pisco sour junto al paseo marítimo y relajarse compartiendo historias, anécdotas y consejos de viaje con los numerosos mochileros que vienen a este remoto paraje. 

Hoy nos dio tiempo a charlar con una chica local de un puesto de souvenirs, durante una hora enterita, acerca de las experiencias de ovnis que tuvo su marido y su hermano, entre otras muchas informaciones y relatos. Ya sabéis que yo soy muy dado a charlar con todo el mundo y en cuanto le pregunté por el mítico candelabro de Paracas empezamos una conversación eterna en la que se mezclaron testimonios de amigos que habían visto un sireno junto al malecón a escasos metros, familiares y trabajadores del puerto que vieron OSNIS salir de las profundidades del mar para luego regresar al ser detectados por el radar de puerto y hacer saltar las alarmas y muchos otros temas del misterio. Hasta que vi de reojo los bostezos de Myriam y pusimos rumbo de vuelta al hostel para terminar el dia. 

1 comentario:

  1. aestas horas de domingo-lunes llegamos a C/Melilla ,abrimos ventanas y ponemos tu ordendor y leemos vuestra novela_testimonial.Nos gusta.No hagais tonterás con la altura..Que todo quede en vuetro haaber vital.AbrazozPapis

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