miércoles, 27 de julio de 2016

Dia 15 Cruz del Condor y Cañón del Colca

6 de la mañana. De nuevo en pie. Creo que no ha habido ningún día de estas vacaciones que nos levantaramos después de las 6 de la mañana. Pero siempre ha merecido la pena. Así que en pie para coger el Bus colectivo que salía a las 7 rumbo a Cabanaconde. Nosotros nos pararíamos en la estación anterior, justo en la cima donde el mirador de la cruz del Condor reune a cientos de turistas cada día. Con un poco de suerte sortearíamos el control del pueblo de pinchollo donde todas las furgonetas y buses turísticos son detenidos y los inspectores de la gestapo turística suben a comprobar que todos los turistas hayan pagado el impuesto revolucionario de 70 soles cada uno por entrar al valle a ver su naturaleza. Impuesto que se queda en un alto porcentaje en los bolsillos de los que lo gestionan, sin llegar a fructificar en las infraestructuras que el pueblo necesita. 

Nosotros esperábamos que al ir en un bus local que transporta a gente de un pueblo a otro, el control del Pinchollo lo saltáramos. Y así fue. Por algo mas de un euro, unos 5 soles, nos encontrábamos a punto de llegar al mirador en un bus local. Pero era pronto para cantar victoria. Nada mas poner un pie fuera del colectivo, un par de patrulleras de la gestapo nos acosaron a gritos exigiendonos ver los papeles casi con violencia y todo. 



Y aquí tengo que decir que saqué mis dotes magistrales de prestidigitación y engaño y conseguí llevarme a un lado a la que consideré mas susceptible de caer en las redes de mis encantos. Empecé a buscar en mi mochila una ficticia carpeta donde guardo todos los documentos, y fingí que había comprado el ticket el día anterior al llegar a Chivay pero que lo había dejado sin querer abajo con la otra mochila grande en la consigna de la estación de autobús. Se que puede parecer un truco rastrero y no estoy aconsejando a nadie que lea este blog a utilizarlo. Simplemente cuento lo que yo hice porque no me da la gana pagar un impuesto revolucionario a un organismo corrupto por un concepto que no considero apropiado. Ya pago a gobiernos corruptos impuestos revolucionarios en mi propio país. Yo, como turista, traigo divisa al país que visito, y duermo en los hoteles que considero y como en los restaurantes que quiero y gasto mi dinero en los comercios y artesanos que yo decido. 

Ya estoy aportando dinero al país de forma indirecta con mi consumo y directa a través de las familias en las que gasto mi dinero. Y creo que es la forma mas justa de asignación de la entrada de dinero procedente del turismo. Así que en este caso decidí eludir el pago de esta cuota, y así lo cuento. Punto.

Una vez conseguido el objetivo, llegamos a los miradores. Son 3 en diferentes escalas, llenos de turistas cámara en mano haciendo fotos indiscriminadamente a esta variedad de carroñeros llamados Cóndores, o Condors como los llama Myriam. Desde las 7 de la mañana parece ser que se congregan en ese punto hasta las 10:30 mas o menos que se van yendo, aunque si estas un tiempo allí aunque sea fuera de horas, siempre acabas viendo uno. Al parecer vuelven todos sobre las 3 y hasta las 5, y supongo que otro grupo de turistas llegara en otras decenas de furgonetas y buses. Los otros buitres, los de la gestapo del Colca, se van a comer a las 11:30 y por tanto es el momento ideal para ingresar con un vehículo privado sin ser acosado para el pago del ticket. 

La vista del cañón, independientemente de los pajaros, es espectacular. El cañon tiene 3000 metros de desnivel desde el punto mas alto hasta el rio, aunque desde el mirador únicamente hay 1000 metros de caída, suficientes para contemplar los planeos de estos carroñeros de casi 3 metros de embergadura con las alas abiertas. Un espectáculo digno de contemplación. 

La bajada fue menos emocionante que la venida. Hicimos autostop y una furgoneta nos recogió, pidiendonos 5 soles a cada uno por el servicio. Al parecer debe ser bastante común que la gente te recoja en sus transportes y te pida una colaboración, si tiene plazas y va en tu dirección, por que no? Es el blablacar inca. 

Al llegar a la estación tomamos uno de los cientos de buses que van a Arequipa cada 15 minutos aproximadamente, y 4 horas después ya estábamos disfrutando de esta magnifica ciudad de la que os hablare en mi próximo post. 

Hasta mañana. 

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